Y las personas pasan, y vivimos en nuestra caja de arena. Y continuamos, y caminamos. En círculos, siempre. Que no te sorprenda toparte a las mismas personas del otro lado del mundo, despues de todo por mas que nos alejemos terminaremos donde mismo; el mundo es una esfera. Las personas, ah como las amo. Cada vez mas cerca de la verdad absoluta y cada vez más cerca de la estupidéz infinita.
Hay un lente con el que se nos alimenta la realidad; la dualidad. Nuestro bifocal imaginario con el que percibimos la verdad; el reto de la ilustración y sabiduría es quitarse las gafas y ver con cercanía la brutalidad del daño que provoca la ignorancia.
Despues de la clarividencia queda la elección y la acción. El peligro aquí cae en el ignorante que actúa con base en un grado de sabiduría sin madurar, suministrado por el reemplazo de otro lente con promesa de tener potencial de observar el presente de manera magnificada, que sin embargo no deja de ser otro lente que tapa el ojo, otra barrera que evita la desnudéz de la percepción.
La clave está en el individualismo. ¿Porque no habríamos de tomar notas de nuestra propia naturaleza? No hay alguien como yo, no hay nadie como tú (mi amor). Porqué, entonces, están tan imposiblemente uniformes las maneras de pensar. Que caso tiene tener miles de neuronas, que caso tiene que el cosmo se alineara para unir un montón de átomos con el fin de accidentarse entre sí y crearte, si los mismos átomos que bien pudieron haberse reciclado desde vidas pasadas en un meteorito, en un químico, en un lunar, en la punta del iceberg que chocó el Titanic— las partes infinitésimamente pequeñas que componen tu ser se unieron para formar la increíble ensalada de variedad de materia que son los humanos. Y aún así nos dejamos indoctrinar la conformidad, la imitación y la simpleza como estilo de vida.
Queremos más, queremos corregir. Nos preguntamos cada que podemos si el ubicuo enigma que presenta el raciocinio será algún día resuelto.
Quizá quien nos ilumine seas tú, y hagas valer cada uno de los átomos que te dieron vida para hacerlo— hacernos, precisamente, pensar, hasta el mas lejano rincón mental.
¿Te has preguntado hoy si tienes tal potencial? ¿Te has percatado de lo que estás hecho?
Pero más que nada, ¿Haces valer tu polvo cósmico? ~
sábado, 29 de noviembre de 2014
Particularidades de la materia.
Publicado por wrex en 23:46 2 comentarios
lunes, 3 de noviembre de 2014
Rodispeech (no le vas a entender si no fuiste Rodi)
Aquí les hablo, desde este discurso, confeccionado apenas dos o tres horas antes del evento en el que lo tengo que decir. No crean que procrastiné escribirlo hasta el ultimo momento posible, con sudor en la frente porque se acercaba la hora del evento, aún no estaba lista y la presión de inspirar nostalgia con un excelente discurso me traía los nervios de punta, no como creen, esa no es actitud Rodi.
Pero, ¿Qué exactamente es la Rodiactitud correcta? Yo creo que hay diferentes versiones que funcionan para diferentes personas: por ejemplo, hay todo tipo de rodis. Está el rodi que completa su servicio sin problemas, sin faltas, obtiene muchos amigos y experiencia de trabajo, y termina algo triste, pero satisfecho del trabajo que realizó durante esos seis o siete meses. Suena como el Rodi Ideal, ¿no? Todos fuimos ese rodi, ¿verdad? Mentira.
Hay de todos tipos de rodis, los rodis de Natural, los rodis de Social, los rodis que no salían de Participativo; está el rodi que reclamó una sola exhibición como su hogar durante la mayoría del servicio; el rodi que se pelea por tener su día en una exhibición en específico (cof cof, Cómo abrazas a la Luna, cof); el rodi que le recontra uuuurge que ya llegue la hora de comida para echarse un Dominatto y enterarse de los chismes de la última rodipe— ahem, digo, rodifiesta—; el rodi jefe de piso (y el que se deslinda de serlo, no se hagan, que varios le huyeron al mentado radio); el rodi que se esconde de Angel y Hugo; el rodi popular y sonriente que bien podría ser de atencion al visitante y siempre estaba hablando con todos en la rodi valla, valla, valla; los rodis que como que sin querer queriendo, encontraron a el amor (y el desamor); los rodis de Teatro Rodante; los rodis que los fabulosos Rodatecarios y su famosa "niña que vive en la Rodateca" (mencionada con todo el respeto del mundo, para que no me venga y me jale las patas en la noche); y, por supuesto, la rodi que se apunta para el programa de No Me Quiero Ir y terminando el mes extra, aún no se quiere ir y regresa cada que la oportunidad se le aparece.
Hay de todos tipos de rodis, pero si algo te llevas de la Rodadora son las hermosas memorias; y por hermosas memorias no me refiero solo a, "Ah, si, yo recuerdo cuando yo era Rodi y daba mis exhibiciones y todo era lindo"— no, yo me refiero a todos esos momentos realmente memorables, como cuando ves que azotó alguien en Leyendas, o cuando nos disfrazamos en el Día del Niño, cuando jugabamos a hacer cada mensada en las capacitaciones, cuando nos unimos en amistad porque sabíamos que en cada generación hay un "todasmías", cuando se te sale de control Pelanchita y se te viene encima todo el escenario de Teatrino, cuando alguien te huele a distancia y saben que estuviste con Flor y los hurones todo el día; no me refiero a lo bonito.
Me refiero a las tremendas carcajadas que nos dabamos todos los días. Creo que no hay mejor manera de recordar nuestro tiempo en la Rodadora como uno que nos hizo reír con las sonrisas mas amplias, con las carcajadas mas graciosas de escuchar y como plenamente pasamos la mayoría de nuestro tiempo; divirtiendonos.
Los amigos, las memorias, las experiencias que te llevas de Rodadora son cosas que te llevas para toda la vida; realmente, creo, que no hay algo parecido. El haber llenado ese formato que encontraste en las redes para meterte a hacer el servicio social en la Rodadora nunca me preparó para lo que me esperaba. En esas primeras capacitaciones nunca te percatas de tu futuro con esas personas con las que estabas, toda esa bola de extraños cuyos nombres apenas y podías reconocer porque estaban escritos en nuestros gafetes de los cuales solo les hablabas a unos cuantos. Sí, todos ellos que decías, "Estos ñoños qué." Con esos ñoños llevarías seis meses de una experiencia en común; con ellos encontrarías amigos que se quedarán contigo aún cuando su tiempo aquí terminó.
Nunca te das cuenta al principio de cuanto y de qué manera te afectaría ser parte de la Rodadora. Pero sí que te das cuenta cuando volteas a tu alrededor, ves a las personas que conociste aquí, ves a los capacitadores, a los supervisores, y recuerdas el tremendo viaje que fue el estar en la Rodadora, te das cuenta que siempre tendrá un pequeño espacio en tu corazón.
Bueno ya estuvo de cursilerías, ¿¡QUIENES SOMOS!?
Publicado por wrex en 20:39 1 comentarios