martes, 15 de julio de 2014

La sala.

 Ayer me dí cuenta de cómo funciona mi proceso creativo. Mientras yacía acostada sedentariamente en el sillón de mi sala, en el ínter en que no quería irme a dormir pero tampoco quería seguir en la computadora, me dediqué a solo existir. Naturalmente es a esas horas de la madrugada que todo tipo de ideas te cruzan la mente donde descubrí— después de tratar de formular posibles párrafos para el blog a partir de la constante traducción inglés-español y vice-versa de palabras que se me ocurren en un idioma que quiero expresar en otro— que el surgimiento de mis ideas pasa ahí, en la línea borrosa que separa un idioma del otro. Ahí hay un espacio que cuando está por amanecer y estoy en paz total, comienzan a volar como si fueran murciélagos saliendo de las cavernas de Carlsbad, amenazando con volar hacia mi cara en cualquier momento (aún tengo traumas por ese evento).

 Las veces que escribo aquí son las veces que fluctúa la inspiración y aparece una entrada, lo cual es poco seguido. Realmente me gusta escribir y quisiera que fuera mas seguido, entonces con este descubrimiento me imagino que puedo masajearme el cerebro en los lugares correctos y climaxearme una entrada, la cosa solo está en repetir ese estado en el que me encontraba ayer en el sillón. Entonces, desde aquí les escribo, en la misma posición, pocheando mentalmente, google translate abierto en otra pestaña. Y nada, cero ideas.

 Intento cerrar los ojos y regresar a lo que pensaba ayer. Los abro. La sala y el interior de la casa se ven en  escala de grises, con un pequeñísimo toque de tonos de azul. Estoy frente al aire acondicionado, que roza apenas la piel expuesta de mis brazos, mi cuello, mis pies, suficiente para mover el vello de mis brazos pero no suficiente para apagar el calor. Atrás de mí, el ligero golpeteo de las persianas. Afuera se escuchan corrientes de aire apenas perceptibles por las hojas que mueven en el pavimento. Aquí podría gastar toda la noche solo pensando todo el tiempo, si mi estado mortal no hiciera del dormir un requisito obligatorio.

Hay algo de la soledad que me da paz. Técnicamente no lo estoy, mis padres, mi hermana y mi perro duermen en sus cuartos; pero estoy acostada aquí cuando podría estar en mi cama. La sala está sola y yo estoy en paz. Algo me dice que necesito mi propio cuarto.
 Esta es una de muchas manifestaciones de alejamiento que creo cuando estoy en casa; es posible que cuando llegue el momento no resista el vivir sola, pero valoro mucho mis ratos de aislamiento, lo que me hace pensar que me haré un cangrejo hermitaño, tanto que se lo he criticado a un amigo por serlo. A lo lejos se escuchan sonidos rechinantes, alguien se está cambiando de posición mientras duerme; suena como la versión menos ruidosa, es mi madre. ¿Qué pasa si viene y me ve aquí divagando, despierta? ¿O finjo demencia y me "quedo dormida"? Me vale madre (JA!), que venga. En unos minutos se reanuda el silencio, no hay nada de que preocupars—

Ruidos. Ahora desde afuera, mucho más cerca de lo que me parecen cómodos.
Cuando me quedo hasta la madrugada, en ocasiones se escuchan ruidos, y siempre me asomo por la ventana por si acaso hay alguien afuera o si hay oportunidad de asustar a los gatos de la vecina. Siempre, por un momento pasajero, me da un poco de terror realmente encontrar a alguien afuera. Nunca es así, entonces no hay razón de hacerle caso a la paranoia que me hace temerle a mover las persianas.
No hay razón para asomarme milímetro por milímetro por terror a encontrar algo.
No hay razón para que hubiera algo amenazador.
No hay razón para tener tanto miedo.
No hay razón para verme reflejada en los ojos de alguién mas del otro lado de la ventana. Pero ahí está, como si supiera exactamente desde donde me iba a asomar, como si me conociera. Nariz casi topando con vidrio, sosteniendo mi mirada como si la poseyera, bloqueando cualquier otra cosa de mi vista periférica con su cercanía. Mi sangre está fría.

En estos momentos una reacción natural sería gritar, pero mi garganta se encontraba extrañamente apretada. Es la noche mas caliente del verano y aún así no siento las extremidades. Apenas y siento mis dedos mientras dejan ir la persiana que abrí, y hasta parece cómico cómo se columpia, cortando y reanudando el contacto visual que tenemos hasta que por fin para. Tengo un impulso bizarro de volverla a abrir, pero me arrepiento a medio camino.
Me volteo y camino lo mas lejos posible de ahí.

Abro los ojos. La sala tiene color de nuevo. ¿Saben qué? Mi proceso creativo puede llegar cuando se le de la regalada gana, jamas volveré a masajearlo.

Cabe mencionar que la sala ya no me da tanta paz. ~


viernes, 11 de julio de 2014

Posdata

I refuse to be tied down by you and
have my resolve chipped away to
pieces for your benefit. I ask to no
longer be bound by your will with
the sole warrant of being born
of your flesh. I am my own person,
and I wish declare myself free of
your oppression, I want not to
bear these invisible shackles, the
chains of our blood have turned
to dust. They say blood is thicker
than water, but blood rushes through
constricted veins, it only flows within
a body, unlike water, that flows,
evaporates, rains and destroys and
 hydrates and does as it pleases.
Of course,  I can grant you the
reason of your grudge that I cannot
survive without both these elements,
however at the moment I am parched.
Blood cannot quench my thirst, and
limited as I am I can only ask for water
from you in sips; my request is simple,
let me search for it on my own.
My water and my freedom. 


Me niego a mantenerme atada por ustedes
y tener mi resolución erosionada 
a pedazos
para su beneficio. Les pido ya 
no estar confinada
a su voluntad con la 
única justificación de haber
nacido de su carne. 
Yo soy mi propia persona,
y me gustaría 
emanciparme de su opresión,
no quiero usar 
estos grilletes invisibles, las cadenas
de 
nuestra sangre se han convertido en polvo.
Dicen que la sangre es más espesa que el agua
pero la sangre corre por venas 
estrechas, sólo fluye
dentro del cuerpo, 
a diferencia del agua, que fluye,
se evapora, 
llueve y destruye e hidrata y hace lo que 
le plazca. Por supuesto, puedo conceder  que el
motivo de su rencor es que no puedo
 sobrevivir
sin estos dos elementos, sin 
embargo en este
momento estoy reseca.
 La sangre no puede
saciar mi sed, y 
limitada como estoy sólo puedo
pedirles 
agua a sorbos; mi petición es simple,
déjenme buscarla por mi cuenta. 
Mi agua y mi libertad.



 
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